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Recuerda que no estámos hablando de materiales preciosos ‐como el oro, la plata o el platino- en ningun momento, por lo que hay que tratarlos con más cuidado si cabe para que nos duren más; ya que su vida, desde un principio, es mucho más corta.

Por esta razón procuro trabajar con materiales que duren, aunque luzcan menos y, si no, procuro darles un acabado que haga que duren más... pero nada de esto sirve si no los cuidas como es debido.

Aquí te explico, de forma muy resumida, qué puedes hacer para mantener limpia y, sobre todo, alargar la vida de tu bisutería.

1) Aléjala del AGUA  

Obviamente, no se va a desintegrar como la Bruja del Oeste si le cae un poco de agua; pero si tienes cuidado y no le cae ni una gota... pues mejor.

Lo peligroso del agua para la bisutería es que hace que los baños de metal o el barniz al agua que llevan algunas piezas de madera y de arcilla polimérica se desvanezca antes de lo que debiera.

Si no te importa que esto ocurra, pues adelante. Para serte sincera, suelo elegir mis materiales pensando en que la gente no me hará caso -de ahí el acero inoxidable y las capas protectoras de resina.

Aún así, no esta de más ser cuidadosas... ¿a que no?

2) Échate tu perfume/colonia favorita ANTES de ponerte tu bisutería   

De verdad, este pequeño detalle marca la diferencia. 

De la otra manera, lo único que logramos es acortar la vida de los metales que no son inoxidables y que el baño que llevan tantos otros se desvanezca demasiado pronto.

Así evitaremos también que cordones e hilos se descoloren pronto y que al cristal le salgan manchas.

 

Mucha gente ya lo hace, pero igual no está de más recordarlo.

Los productos de limpieza son muy corrosivos, por lo que harán mil y un desastres con tus accesorios favoritos.

Por eso, para evitar males mayores, pónte guantes. O, a las bravas, quítate los accesorios. Tu piel estoy segura que te agradecerá lo primero, lo segundo... eso ya corre de tu riesgo y cuenta.

4) Resguárdala del POLVO 

Hay materiales como la resina o las piedras semipreciosas a los que les puedes quitar el polvo simplemente con un paño húmedo y no deja mancha. Sin embargo, si a metales como el cobre les da el polvo, se oxidan en cero coma y hay que saber cómo limpiarlos para no estropearlos.

Por ello, es mejor prevenir que curar: mantén tu bisutería bien resguardada. En lo que te parezca oportuno, pero que tenga tapa o esté cubierto. Si no, puedes dejarlo en su packaging original, estará mil veces más protegido que al aire libre.

 

* El dichoso gel hidroalcohólico*

Ahora forma parte de nuestras vidas, qué se le va a hacer. 

Por nuestra salud y la de los demás es necesario usarlo... pero es letal para la bisutería, así que ten cuidado.

Las pulseras súbetelas lo más que puedas y los anillos, si sabes que tienen un baño de algún tipo, mejor quítatelos.

Total, es solo un momento y ganas más que pierdes.